El No Juzgar, Posicionarse y Minimizar
I. Juzgar lo que las partes Dicen y Posicionarse
El papel de mediador dentro del los sesiones de negociación van encaminadas a entablar puentes de diálogo entre los partes en conflicto, a fin de explorar un mundo de posibilidades con el objeto de encontrar una solución viable hecha a sus necesidades e intereses, algo como un sastre a la medida en un traje hecho bajo el paradigma de ganar-ganar, o sea el obsequiarse reciprocas concesiones mutuas.
Por eso el mediador debe ser cuidadoso en su rol y en el trato hacia los mediados y, precavido de no formar un juicio de la imagen de alguno de ellos, ya sea por su dicho e imagen que da una impresión de favorecerlo, vamos no debe simpatizar, motivo por el cual caería en un vicio sobre el manejo de la mediación para dar paso a inclinarlo a favor y por otro lado dejaría a la contraparte en una franca desigualdad en la mesa de negociaciones
Aquí, al primer contacto del facilitador debe solo crear una confianza con el mediado, en otro sentido despertar la empatía en base a la escucha activa con el objetivo de reunir información general de una perspectiva amplia y objetiva del conflicto, sin emitir opinión alguna de asesoría, solo explicar lo que es el proceso de mediación, sus principios y sus fines. Del mismo modo al tener ya contacto con la otra parte en conflicto solo escucha la versión; pero en ningún momento debe engancharse con alguno de los mediados, solo estar atento en las contradicciones con el propósito de palpar las diferencias con la misión de encaminar a mediados a un análisis objetivo de la causa raíz de conflicto y crear los vínculos de una comunicación constructiva.
En la práctica en las sesiones de trabajo del facilitador en el proceso de mediación, en especial en la narrativa tiene la función de gestionar las cargadas emociones de los mediados. Al trabajar con casa mediado su posición personal de la mecánica del hecho del conflicto, a través de las herramientas de la escucha activa, el llevar a cabo el parafraseo para transformarlo a los mensaje yo, a la vez realizar una serie de preguntas aplicada a una retroalimentación, la cual permitirá el despersonalizar el problema al dar flexibilidad a la posición del mediado, al trasladarlos al campos de la negociación de intereses y necesidades.
En este mismo orden de ideas, el mediador debe no posicionarse (inclinarse) a favor de ninguna de las parte en formar total, pasaría a simpatizar y tomar parte en un conflicto. Un primer deber es la empatía de adentrarse a entender la posición del mediado, más no estar a favor de él. El juego del mediador es una balanza de equilibrar a ambos mediados a fin de estar en un justo medio de empatía y ayuda.
En conclusión, el mediador es un facilitador del diálogo constructivo con el objetivo de explorar áreas de mejora, de la misma manera es un negociador asistido a ambas partes en la solución de una controversias.
II. Minimizar el Problema
El Rol de pacificador neutral en su perfil va englobado el deber ser objetivo en sus apreciaciones acerca del conflicto, por la razón de no emitir una opinión del problema, sino explorar los canales de comunicación con el fin de centrar a los mediados en dinámica de analizar, proponer y evaluar las opciones para la solución de una crisis, la cual se traduce en un acuerdo hecho a las necesidad e intereses y sea viable de cumplir con los compromisos.
Aquí cabe mencionar la trascendencia del problema desde un punto de vista objetivo y viable, el que tiene de accesible una solución por medio serie de compromisos y pasos a cumplir. Por eso, el ser objetivo es presentar los hechos como son, sin caer en un juicio de valor de minimizarlo o engrandecerlo y nos preguntamos, ¿Por qué esa afirmación?. El motivo es cuando se le resta importancia al problema, hay la consecuencia de no atenderlo y dejarlo a la deriva. En la otra cara de la moneda, de maximizar el conflicto cae en el supuesto de ser imposible alcanzar un acuerdo porque hay altas probabilidades de desatar una escalada mayor del conflicto.
Visto que, la actuación del facilitador en mediación es la sutileza de su pulcritud del manejo de la lista de herramientas de comunicación en las sesiones de trabajo en la mesa de negociación, gracias habilidad de conducirse con la amabilidad y neutralidad de crear la confianza de animar a los mediados en la construcción de una solución del su problema. Pero sin emitir opinión o juicio del inconveniente para restarle o subirle de tono, el cual se desalienta a una de las partes o ambas en encontrar un acuerdo hecho a las circunstancia de ellos.
Alberto Villegas Cabello
Mediador y Conciliador
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